amorexorcismo

Que mas podía decirle a su paciente: "Despues de amarse hasta agotarse, ahora son más pacientes que amantes, el amor que a veces los cura hoy no es lo suficientemente fuerte para tranquilizarlos, el amor ya no es substancia suficiente. Justo ahora no son pacientes ni doctores" -Estoy tránquilo- susurro congenitamente contradicionario el paciente -Ahora debe pensar inmediatamente en otra clase de cura....- Dijo el doctor. -¿cómo te curas ante tal catastrofe?- Interrumpio el paciente -La sociedad le ofrece las siguientes opciones el alcohol, el vicio desmedido y la soledad en grandes cantidades ó bien puede quedarse aquí con nosotros quienes lo cuidaremos y amaremos por SIEMPRE... Contesto el doctor en un tono que desatinaba la razón. -¿Puedo negarme a ello?- Replicó el paciente Un tremúlo silencio provoco una brisa de hostilidad en el doctor quien con gestos animales respondio que no. El paciente se despidio amablemente deseando que el doctor se curara del mal de ser doctor, tomo su billetera, pagó y salio inmediatamente con la calma de mil yeguas sedientas una tras de otra, persiguiendo su sombra por las escaleras y se amo de nuevo. Camino por los pasillos doblando esquinas una tras otra hasta que el cansancio lo agoto, cerro lo ojos creyendo parpadear; deposito monedas en lo que podría ser su última llamada: -¿Hola?.... ¿Hola estas ahí querida? Sabes una cosa, he salido del psiquiatrico dandome cuenta de que nunca estube enfermo, sino hasta sentarme con ese maniatico que intentaba entrevistarme, realmente no importa. Mira tengo aún algo de monedas; te invito un café y te recomiendo que describas en una hoja en blanco, todo eso que estorba para que sonrias cuando estas conmigo y cuando lo hallas hecho, iremos por ese café. Inclusó podrías romper esa hoja o limpiarte el culo, hacer un avión o quemarla, comerla, arrugarla o guardarla para siempre, realmente no me importa lo que hagas con esa hoja no me lo digas, tratala como si fuera yo y nunca me la muestres ni hables de ello.- Colgó el telefonó imaginario, mientras el doctor lo instalaba en una habitación blanca, donde pasaría posiblemente el resto de sus días.

-Dejar libre es esperar, esperar es dejar en libertad, pero esperar la libertad cuando se es libre es una grave falta de razón y cuando falta la razón se espera sentado junto a la espera lo desconocido; es un amorexorcismo- Divagaba el paciente sabiendo muy bien que sus pensamientos cabian en las carpetas de los doctores.